was successfully added to your cart.

Carrito

Las mujeres somos altamente vulneradas en nuestra autoimagen y nuestra autoestima, es decir, en cómo nos vemos a nosotras mismas y en cuánto podemos apreciarnos y valorarnos.

Podemos ser nuestras mejores aliadas o convertirnos en nuestras peores enemigas.

Lo que creemos acerca de nosotras (auto concepto), marca una pauta fundamental en lo que creemos que podemos o no lograr, en lo que nos atrevemos o no a emprender y en cómo nos desenvolvemos en general en la vida.

Y lo que consciente o inconscientemente creamos que está o no disponible para nosotras (auto merecimiento), va a marcar la diferencia de aquellas bendiciones que recibamos o rechacemos en nuestra vida.

Cuando te miras al espejo, ¿Qué es lo que ves? ¿Te gusta? ¿Ves apenas la sombra de la mujer que solías ser? Y no me refiero solo a la parte física, me refiero a lo que transmite tu mirada, tu rostro, lo que emana de tu interior.

Los años pasan y van haciendo mella en nuestro cuerpo físico, pero más allá de ello, tu esencia debería seguir allí e incluso potenciada por tus experiencias y aprendizajes.

Ahora, ¿Qué te dices a ti misma (mentalmente, e incluso muchas veces de viva voz) cuando cometes un error? ¿Cuándo las cosas salen diferentes a como las esperabas? ¿Te hablas feo? ¿Crees que esa es la manera de tratar tu propio ser? ¿Le hablarías de esa manera a una persona que amas o que es muy importante para ti?

Debes empezar a crear diálogos mentales diferentes hacia ti misma. Y no me refiero a que te digas cosas que no te crees, sino a que seas compasiva contigo misma, como estoy segura de que lo puedes hacer con esas personas a quienes amas. Y esto lo haces porque el amor es paciente, es compasivo, perdona, no ofende, no lleva un registro de los errores.

Y es a eso que debes llegar: a volver a amarte a ti misma, con todo y tus errores, tus fracasos y hasta esos kilos de más que antes no estaban.

Reconstruir tu auto imagen y tu auto concepto debe ser una decisión, una acción proveniente de ejercer tu voluntad y la motivación de avanzar en tu vida a nuevos lugares, a relaciones más plenas, a logros profesionales, debería ser suficiente para que valga la pena el esfuerzo. 

Si te estás percibiendo a ti misma como una “perdedora”, “fracasada”, ¡NUNCA! vas a intentar un nuevo proyecto en tu vida. Si te percibes como “mala madre”, no vas a poder acercarte de mejor manera a tus hijos. Si en tu mente ronda la idea de que lo que ahora tienes es todo lo que puedes alcanzar, no te vas a movilizar hacia LO MEJOR.

Es fundamental que hagas las paces contigo, reconoce quién eres hoy en día y comprométete a cambiar aquello que no te gusta. Trabaja y enfócate en cambiar aquello que hoy no disfrutas ver, pero deja de lado el señalamiento, la culpa y el rechazo hacia ti misma.

Es el momento de quitarte los rótulos que otros, o tú misma han colocado en tu frente (“perdedora”, “fracasada”, “mala hija”, “incapaz”). Ni lo que otros han dicho de ti, ni las circunstancias, definen quién eres.

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.