was successfully added to your cart.

Carrito

Tal vez las últimas semanas hayan sido las más extrañas y particulares que hayas tenido que vivir en medio de esta cuarentena.

Hemos tenido que ser protagonistas de algo nunca antes vivido a nivel mundial.

Crisis mundial por la expansión de un #virus potencialmente mortal por cada región del mundo, crisis económica en muchos países y el obligatorio pero necesario encierro en casa.

Nuestras casas han pasado de ser nuestro refugio y lugar seguro emocional y psicológico para serlo también en cuestión de salud.

La #cuarentena ha representado cambios importantes en las dinámicas familiares, sociales y laborales.

Esto ha representando nuevas maneras de hacer las cosas, pero también retos importantes, no solo en la convivencia permanente con otros, sino con nosotros mismos.

En algún momento se empezaron a crear altas exigencias de lo que como personas y grupo social debíamos hacer o lograr en este tiempo de cuarentena y empezó a rondar esa frase de:

“Si no sales de esta cuarentena con un libro leído, una habilidad nueva, un negocio nuevo o más conocimiento, nunca te faltó tiempo, solo disciplina”.

La primera vez que la leí estuve totalmente de acuerdo. Coincidí en que este debía ser un tiempo altamente aprovechable para desarrollarnos y prepararnos para lo que venga cuando esto pase.

De hecho, esa ha sido mi posición en este tiempo.

Luego comencé a ver algunas reacciones negativas frente a esta frase y pensé:

“Una típica reacción defensiva de las personas a quienes la disciplina les falla y se ven confrontados”.

Pero ahora, debo confesarles que en algún punto empecé a sentirme agobiada por la presión que estaba representando leer el libro, adquirir más conocimiento, repensar un negocio, fortalecer la habilidad, y todo ello sumado al trabajo habitual, a la nueva dinámica familiar, a la logística diaria del hogar, a las reuniones virtuales para mantener conexión con amigos y familiares, al tiempo que quería aprovechar para descansar y para adelantar muchas tareas caseras que venían rezagadas tiempo atrás.

Y allí la posición defensiva que había cuestionado unos días atrás empezó a tener sentido.

Si bien, el tiempo es el recurso más valioso que tenemos y debemos usarlo con sabiduría, también es cierto que hay una temporada para cada cosa bajo el cielo.

Pienso que es importante tener la sabiduría personal (no colectiva) para entender, en mi caso, ¿qué es hacer buen uso de este tiempo de cuarentena?

Aunque todos hagamos parte de algo que está sucediendo a nivel mundial ¿en qué debería enfocarme yo en este tiempo?

¿Qué sería realmente valioso para mi vida y mi futuro construir en este momento?

¿Es posible que mi mayor logro ahora no sea leer un libro o diseñar un negocio, sino fortalecer la comunicación con mi pareja o hijos? ¿Retomar mi relación con Dios?

¿Es posible que este tiempo represente para mi una valiosa oportunidad de crecimiento, pero no en conocimiento sino en lo emocional o en lo espiritual?

¿Podría ser, por el contrario, el momento adecuado para flexibilizar mis patrones, mis rutinas y mi alto nivel de autoexigencia?

Pienso que, aunque todos estemos parados sobre la misma pista, corremos nuestra propia carrera, y debemos correrla bajo nuestros propios estándares y no sobre los que otros nos imponen.

Debemos aprender a filtrar, a priorizar, a definir lo es realmente valioso para cada uno de nosotros, de lo contrario estaremos viviendo bajo el agobio y la presión de cosas impuestas por otros que no representan una verdadera satisfacción personal.

Sabiduría interior, autoconocimiento y guía de Dios son claves para hacer de este, un tiempo realmente productivo.

Y en tu caso ¿a qué le estás dando prioridad en este tiempo de cuarentena?

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.