Aprender a decir «no» o «si» conforme a lo que en verdad sientes y en coherencia con tus prioridades, valores o circunstancias, es toda una habilidad.
Y como toda habilidad es susceptible de desarrollar.
Los seres humanos somos seres sociables, diseñados para vivir en comunidad.
Por ello, es tan común que le demos tanta importancia a agradar a otros, a encajar y cumplir con sus expectativas.
Si te cuesta poner límites en una relación de amistad, de trabajo o de pareja; si te cuesta decir “no” a una petición que te sobrepasa en ese momento, necesitas aprender a desarrollar asertividad.
La asertividad es la capacidad de expresar tus deseos y pensamientos de forma amable, abierta, directa, respetuosa y oportuna.
Si quieres aprender a decir “no” sin sentirte culpable, necesitas aprender a ser firme con tu decisión y a expresarla de forma respetuosa.
¿Y entonces, qué puedo hacer para aprender a decir no?
Estas son algunas recomendaciones que te van a ayudar:
- Se clara y directa
Da tu opinión y sentimientos de forma directa y sin dar justificaciones.
En caso de que quieras detallar tus motivos, añade una pequeña explicación y procura siempre que sea breve y sencilla, de lo contrario te restará credibilidad:
– ¿Vendrás a la reunión de esta noche?
– No, gracias, hoy quisiera descansar. (Sin entrar en más detalles)
- Se empática pero firme
Colócate en los zapatos de la otra persona y valida su punto de vista y sus sentimientos, de esta forma también podrás exponer los tuyos con claridad. Por ejemplo:
– Entiendo la urgencia y la presión que tienes por el dinero, sin embargo, esta vez no puedo prestarte, quizá pueda ayudarte de otra manera.
- Si no te sientes segura, posterga la respuesta
Tal vez te han hecho una propuesta y no te sientes totalmente segura sobre la decisión que deseas tomar.
Debes saber que puedes postergar tu respuesta para pensarlo mejor y ser más certera con tu decisión.
No estás obligada a responder siempre de inmediato:
– ¿Quieres hacer parte del comité de seguridad?
– Por ahora no puedo darte una respuesta, pero ¿es posible que te confirme en el transcurso de la semana?
- Mantente firme ante posibles manipulaciones
Si una persona no acepta tu respuesta y te reprocha por ser “mala” al no acceder a su petición, es necesario que continúes marcando tu límite de forma clara, explica que eso no tiene ninguna relación con el afecto que tienes o algún juicio de valor:
– Que desconsiderada eres. ¿Justo hoy que más necesito de tu ayuda no vas a quedarte para ayudarme a terminar el informe?
– Discúlpame. En verdad lo siento, pero no puedo posponer lo que tengo agendado. Sabes que siempre que puedo estoy dispuesta a colaborarte.
- Ofrece una solución alterna
También puedes ofrecer alguna solución alterna cuando colocas un límite a una petición, pero deseas resolver el problema:
– Necesito el reporte financiero para mañana a primera hora.
– Realmente no alcanzo a tenerlo a primera hora. Puedo entregarte una parte o puedes utilizar informes pasados para que comiencen a trabajar.
Ten en cuenta…
Es muy probable que cuando empieces a decir “no”, a establecer límites y a darle importancia a tus necesidades te sientas incómoda.
Pero créeme que con el tiempo cada vez será más natural y te dará menos dificultad hacerlo.
Déjanos saber cuando apliques estas técnicas.
¿Qué efecto han generado? ¿Cómo te has sentido? ¿Qué tan fácil o difícil ha sido? ¿Qué avances has tenido?
Si a pesar de practicarlas, te sigue costando demasiado, es posible que necesites revisar cómo andan «los autos» de tu vida (autoestima, autovalía, autopercepción…)