Seguramente muchas veces has escuchado sobre el hecho de que lo que pensamos construye nuestra realidad, y así es, pero en este email quiero explicarte de qué manera esto sucede. Examinar tus pensamientos (creencias) sobre ti, sobre la vida, sobre el dinero, sobre las personas…etc., es esencial si quieres entender porque hasta el momento no has podido alcanzar muchos sueños en tu vida.
Una creencia es un pensamiento, es una verdad que ha sido instalada en tu mente y en función de la cual, tomas decisiones, actúas, hablas, te permites o no cosas. Tus creencias son tu verdad, la verdad con la cual evalúas tu mundo, sin embargo, eso no quiere decir, que tus creencias sean realmente una verdad innegable. Te doy un ejemplo con un tema clásico: si te digo: “todos los hombres son…” ¿Con que palabra(s) completarías esa frase? Seguramente con la clásica de “iguales”. Y seguramente tus experiencias de vida o las de personas a tu alrededor nos darían para creer que eso es cierto, pero para mí, por ejemplo, eso no es verdad y estoy segura que para muchas otras mujeres que conozco, tampoco.
El tema con las creencias, así como con los “autos” que entendíamos en el email anterior, es que lo que creas o no con respecto a algo o a alguien, va a hacer que te aproximes o te alejes de ello, que lo elijas o no, que lo intentes o no. Si una mujer tiene la creencia de que “todos los hombres son iguales”, ¿para qué va a intentar conocer uno más? ¿para qué esforzarse por ser especial? Seguramente va a estar prevenida, desconfiada, insegura y no va a dar todo lo mejor que podría de sí misma.
Y hay algo con más con las creencias: es tan poderosa nuestra mente, que nos lleva a ver esa creencia realizada en nuestra vida, en la Psicología lo llaman “Profecías Autocumplidas”. Te lo explico mejor con un ejemplo: Por fin llegó a la vida de esa mujer un hombre “diferente”, realmente diferente. Pero su creencia le lleva a comportarse con él como con todos los anteriores (porque… “como todos son iguales”), y ¡adivina que! Ese hombre que era realmente diferente termina respondiendo a esas actitudes y comportamientos y con el tiempo termina siendo ¡“IGUAL A TODOS LOS DEMÁS”!
Y lo mismo sucede con TODO en tu vida; con la salud, con las finanzas, con las relaciones, con el trabajo…etc., etc., etc. Sin embargo, no es tan fácil ser consciente de las creencias que están dirigiendo nuestra vida, en primer lugar porque no tenemos el hábito de “pensar en lo que pensamos”, no lo cuestionamos, es más…no somos conscientes de que tras de cada emoción, acción, palabra, decisión, elección… ¡hay una creencia o un pensamiento operando!
Pero no todas nuestras creencias son “malas”. Yo les llamo “creencias limitantes” a aquellas que “limitan” tu vida, que no te impulsan, que te frenan, que te impiden avanzar, crecer, prosperar. Pero también en tu mente hay “creencias posibilitadoras” instaladas, y son aquellas que te ayudan a crear, a construir, a lograr. Así que a partir de hoy…piensa en lo que piensas, cuestiónalo y define si esa creencia está limitando o posibilitando cosas en tu vida. Al igual que con los “autos”, las creencias al ser detectadas pueden ser modificadas.