Si estás viviendo esta experiencia, en este artículo encontrarás diez acciones para aprender a manejar la ansiedad.
Y es que cada mes es más frecuente escuchar casos de mujeres que están lidiando con temas de ansiedad y ataques de pánico.
Y es que muchas de las circunstancias actuales nos hacen más vulnerables a experimentar estados de ansiedad.
Pero ¿Qué es la ansiedad?
Puedes encontrar definiciones clínicas mucho más técnicas, sin embargo, de manera práctica podemos entender la ansiedad como un estado mental y emocional contrario a la tranquilidad donde hay inquietud, malestar y preocupación por cosas específicas o como un estado generalizado.
Esto acompañado de sensaciones físicas como sudoración en las manos, palpitaciones, dificultad para concentrarse, respiración agitada, entre otras.
La manifestación máxima de la ansiedad son los ataques de pánico donde se experimentan la sensación de muerte inminente, el deseo de huir y un estado de temor incontrolable e irracional incluso a situaciones que anteriormente nos eran familiares.
¿Qué puedo hacer para manejar la ansiedad?
Si tú estás viviendo esta incómoda experiencia es importante que puedas tener una valoración médica y psicológica, sin embargo, aquí quiero compartirte algunas acciones que pueden ayudarte a sobreponerte a esta situación:
1. Debes entender que la ansiedad inicia con tus pensamientos así que cuidar de ellos es muy importante como también es importante cuidar de la información de la que estás alimentando esos pensamientos.
2. Evita al máximo ver o leer noticias y tener conversaciones con personas negativas o pesimistas.
3. Cuando empieces a experimentar estados de ansiedad inmediatamente revisa qué es lo qué estás pensando en este momento y te vas a dar cuenta qué estás pensando mal acerca de algo.
Estás pensando de manera negativa acerca del futuro, de ti misma, de las finanzas, de la salud, etc.
4. No se trata de evitar las situaciones o de creer que no pasa nada, se trata de encontrar una mirada más positiva y proactiva de las situaciones.
Pero también se trata de ponernos en mentalidad de solución, es decir, si algo te está preocupando pregúntate ¿puedo hacer algo en este momento para solucionarlo? ¿Quién puede ayudarme? ¿Qué necesito para hacerme cargo de esta situación?
Sí puedes hacer algo en este mismo instante hazlo, de lo contrario enfoca tu mente en pensamientos más constructivos en el presente.
5. Postergar algo o tener temas pendientes o por cerrar es un gran generador de ansiedad. Revisa si tienes una conversación pendiente, una decisión por tomar, algo de lo cual hacerte cargo, y empieza a tomar acciones al respecto.
6. Alimenta tu mente con información optimista. Lee, escucha conferencias, música o predicaciones que alimenten tu mente con argumentos de esperanza.
7. Tener actividad física, hacer ejercicio, una adecuada alimentación y un buen tiempo de descanso te va a ayudar considerablemente.
8. Enfoca tu mente en actividades que te generen bienestar. Practica un hobby, lee, haz manualidades, escribe o sal a caminar.
9. Apóyate en Dios. Sentir que tenemos que hacerles frente a tantas situaciones o a un futuro incierto sólo en nuestras fuerzas y con nuestras capacidades, puede ser una carga demasiado fuerte que desencadene estados de ansiedad.
Pero cuando ponemos nuestra mirada, nuestra esperanza y nuestra fe en aquel que todo lo puede, cuánta carga se quita de nuestros hombros. Cuanto alivio viene.
Pídele que llene tu corazón y tu mente de su paz y busca sus promesas en su palabra.
10. Y de nuevo, manejar la ansiedad tiene mucho que ver con aprender a gobernar tus pensamientos y que no sean ellos los que te gobiernen a ti.
Renuncia a ellos cada vez que vengan y no permitas qué pensamientos negativos se queden dando vueltas y echando raíces en tu mente.
Cada vez que identifiques uno sácalo lo más pronto que puedas de allí.
Si bien no podemos evitar que lleguen pensamientos a nuestra mente, lo que sí podemos controlar es qué tipo de pensamientos permitimos que permanezcan en ella.
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